Acciones preferentes: ¿qué son?
En primer lugar, vamos a saber qué es una acción preferente. Una acción preferente es una acción sin derecho a voto que paga un dividendo mayor. Esto significa que, aunque el accionista no tiene algunos de los beneficios de las acciones ordinarias, recibe más que otros accionistas. En Estados Unidos, el equivalente a estas acciones preferentes se llama Preference Shares.
Así, las acciones preferentes son acciones preferentes que se han creado para sustituir a las acciones prioritarias, las acciones prioritarias sin voto y los certificados de inversión. La emisión, reembolso y conversión de este tipo de acciones se decide en una junta general extraordinaria y su proporción no puede superar el 25% del capital de la empresa. Por lo tanto, es posible crear acciones preferentes mediante la conversión de acciones ordinarias.
Por lo tanto, el titular de una acción preferente puede beneficiarse de una prioridad en el pago de dividendos. Así, los titulares reciben una remuneración al menos igual a la de las acciones ordinarias, con una bonificación mínima del 7,50% del valor nominal de la acción preferente. Se dice que el dividendo de estas acciones es prioritario en el sentido de que se toma inmediatamente de los resultados después de los ajustes contables. A cambio de esta ventaja, el titular no tiene derecho a voto en las juntas generales. Las empresas utilizan este sistema de acciones con dividendo prioritario para protegerse de las ofertas públicas de adquisición y conservar cierto poder de gestión incluso en caso de ampliación de capital.
¿Cuáles son las principales ventajas e inconvenientes de una acción preferente?
Por parte del inversor, una acción preferente permite un dividendo preferente más alto. Los titulares de estas acciones también tienen prioridad en caso de liquidación judicial. Esto significa que, si se produce dicha liquidación, los socios participan en los activos no comprometidos y los titulares de acciones preferentes tienen un derecho prioritario a la fianza de liquidación y pueden recuperar un porcentaje de la venta de determinados activos.
Las acciones preferentes con dividendos también pueden proporcionar otros beneficios, como un mayor derecho de información, derechos de control específicos, como la posibilidad de solicitar una auditoría y una representación específica en el consejo de administración.
Por supuesto, las acciones de dividendo prioritario no sólo tienen ventajas, sino también algunos inconvenientes. No conllevan derechos de voto y, en caso de pérdidas financieras, una empresa puede cancelar el dividendo preferente. El mercado de las acciones preferentes tampoco tiene liquidez, lo que provoca un importante descuento entre las acciones preferentes y las ordinarias, más buscadas por los inversores.