Elementos a favor de un descenso de las acciones de General Electric
Por supuesto, a pesar de las numerosas ventajas de las que dispone el grupo General Electric y que pueden tranquilizarle en una estrategia larga para la compra, existen también algunos puntos débiles que debe tener en cuenta durante sus análisis. Así pues, aquí le proporcionamos un resumen de algunos puntos débiles de este grupo y de sus acciones en bolsa.
En primer lugar, se sabe que el grupo General Electric se enfrenta, desde hace algunos años, a varios procedimientos judiciales que hacen que sea difícil el cumplimiento legal de sus productos y que aumentan el coste de los mismos. Algunos de estos procedimientos todavía siguen pendientes hoy en día en diferentes países. Por lo tanto, esto podría impactar de forma directa en el posicionamiento de la empresa y las condiciones financieras en los países afectados, y como consecuencia, impactar en la cotización de sus acciones en bolsa de una forma más o menos importante.
Otro punto débil importante del grupo General Electric tiene que ver, esta vez, con su nivel de endeudamiento más bien desfavorable. En efecto, el grupo ha tomado prestadas importantes sumas durante los últimos años, lo que aumenta el nivel de endeudamiento global y frena las posibilidades de nuevos proyectos y operaciones de la empresa. En total, los préstamos a largo plazo de la empresa General Electric representan más de 200 mil millones de dólares. Por supuesto, a esto hay que añadir el pago de los intereses de estos préstamos, que a menudo son muy elevados, lo que recarga también la deuda global del grupo.
También lamentamos el nivel de ingresos procedente del segmento industrial, que muestra signos de debilidad desde hace ahora algunos años teniendo en cuenta lo que se obtiene en otros segmentos.
En comparación con la competencia, y a pesar de los numerosos esfuerzos para extender sus actividades al campo internacional, a General Electric le cuesta aún posicionarse en el mercado asiático, que de momento sigue estando muy cerrado y que, sin embargo, representa un desafío mayor para el futuro de este sector de actividad.
Por último, también podemos citar como punto débil la muy fuerte dependencia de General Electric a su aprovisionamiento en materias primas. En efecto, todas las actividades del grupo dependen en gran parte de otras empresas para su aprovisionamiento, ya sean subcontratistas o mercados de las materias primas. Un simple retraso en la entrega o que directamente se detengan las entregas tiene consecuencias inmediatas y desastrosas en los ingresos del grupo, así como los posibles conflictos y desacuerdos financieros que pueden a veces incluso llevar a que se paren las operaciones.
Vistos estos elementos negativos comprendemos mejor que los riesgos todavía están muy presentes para General Electric. Sus estrategias a largo plazo deben, pues, tener en cuenta este riesgo.