Acción al portador o acción nominativa :
Las acciones o valores de una cartera bursátil pueden ser nominativas o al portador. En el caso de las acciones al portador, la empresa emisora desconoce el nombre del titular. En el caso de las acciones nominativas, el accionista es conocido por esa empresa. Pero el impacto de esta diferencia no se limita a esto, ya que también influirá en la sucesión de estas acciones.
De hecho, los inversores en bolsa suelen comprar acciones al portador como parte de estrategias de inversión a corto o medio plazo. Los inversores que deseen realizar una inversión a largo plazo en el capital de una empresa preferirán las acciones nominativas.
Sin embargo, sigue siendo posible, mediante una solicitud a un intermediario financiero, que las acciones al portador puedan convertirse en acciones nominativas. Por supuesto, como veremos en el resto de este artículo, hay otras diferencias importantes entre las acciones al portador y las nominativas en cuanto a su gestión, rentabilidad e información.
La inversión al portador y sus especificidades :
En primer lugar, hay que recordar que una acción es, de hecho, un título de propiedad con el que se puede comerciar. Representa una parte del capital social de una empresa. Así, una acción da derechos al accionista que la compra para realizar plusvalías vendiéndola más tarde a un valor superior. Para poseer acciones de la empresa, también llamadas "valores", es obligatorio registrarlas en una cuenta devalores a nombre del titular. En este tipo de cuenta, el accionista tiene la opción de tener las acciones al portador o registradas.
Como hemos visto anteriormente, en el caso de las acciones al portador, la identidad del titular no se transmite a la empresa, sino que sólo la conocen los intermediarios financieros que se encargan de la administración de las acciones. Cabe señalar que la mayoría de las acciones bursátiles en Francia tienen esta forma, es decir, acciones al portador. Este sistema es ideal para los accionistas que sólo desean conservar sus acciones a corto o medio plazo.
En cambio, las acciones nominativas permiten al accionista estar inscrito en el registro de acciones de la empresa emisora.
Una de las principales diferencias entre los valores al portador y los registrados es que es más fácil transferir los valores al portador, que no requieren un acta notarial y pueden ser objeto de una donación manual.
¿Por qué optar por las acciones al portador?
La elección de una u otra de estas dos soluciones para la tenencia de valores requiere la comparación de varios criterios y elementos.
- En primer lugar, y en lo que respecta a la información, las acciones nominativas siguen siendo más interesantes porque el accionista conocido por la empresa tiene un acceso más fácil a las juntas generales. No obstante, los titulares de acciones al portador pueden solicitar la convocatoria de la junta general al intermediario de la administración.
- En cuanto a la gestión, este es uno de los puntos fuertes de las acciones al portador, ya que es posible reunir todas las acciones en una sola cuenta de valores. Por lo tanto, la tenencia de acciones nominativas requiere la apertura de una cuenta en cada una de las empresas cuyas acciones se poseen, excepto en el caso de las acciones nominativas administradas.
- La tributación de las acciones al portador también es más sencilla, con un único formulario fiscal para todas las acciones.
- Sin embargo, hay que tener en cuenta que la rentabilidad de los valores sigue siendo mayor con los valores registrados, ya que a veces proporcionan beneficios de fidelidad, como el doble derecho de voto o un mayor dividendo. Además, las acciones nominativas están exentas de comisiones de custodia, lo que puede suponer una ventaja sustancial.